La limpieza, tanto por la mañana como por la noche, es el paso más importante en la rutina. Es esencial para eliminar las impurezas, el exceso de grasa y la contaminación, al tiempo que prepara la piel para que los ingredientes activos se absorban bien. Con una fórmula que se transforma de aceite a leche, el Bálsamo Limpiador de Mandarina elimina el maquillaje y las impurezas sin alterar la barrera cutánea. Gracias a su combinación de aceites de coco y almendras, y glicerina vegetal, de efecto ultra-hidratante, deja la piel suave, tersa e hidratada. Tras la limpieza, el Agua de Rosas actúa como tónico, refrescando y restaurando el equilibrio y el pH de la piel.

Mantener la piel siempre bien hidratada así como aportarle vitaminas, antioxidantes y nutrientes esenciales es clave para una piel sana y jugosa. Formulado con niacinamida, ácido hialurónico y un complejo de aceites antioxidantes, la Crema Hidratante de Día ayuda a reforzar la barrera cutánea y a retener la hidratación, al tiempo que aporta luminosidad y protege la piel de las agresiones diarias. Por la noche, el Aceite de Rosa Mosqueta actúa en sinergia con el proceso de estimular la producción de colágeno, y aprovechar al máximo el momento en que descansa.