Cuatro cosas que me definen: me paso el tiempo haciendo malabarismos para compaginar varias facetas de la vida, con una maternidad reciente, trabajando en campañas para diferentes marcas y, al mismo tiempo, siempre tratando de encontrar espacios para trabajar en proyectos personales. Todas estas facetas se alimentan mutuamente, y creo que eso es genial.
Siendo adolescente, usaba la cámara como un escudo para esconderme. En aquella época usábamos cámaras desechables, los teléfonos con cámara y las cámaras digitales no eran tan accesibles. Fotografiar a mis amigos se convirtió en una especie de rol. Años después, terminé estudiando fotografía y entendí más sobre ella como una forma de arte y como una manera de expresar mi voz.