Nací en Buenos Aires y actualmente vivo en Madrid, aunque paso mucho tiempo en Argentina. Soy facialista con enfoque holístico, especializada en terapias faciales manuales con fines estéticos y terapéuticos. Trabajé muchos años como maquilladora en moda, cine y publicidad y entendí que para lograr un aspecto saludable y natural, la preparación de la piel y los masajes eran más importantes para mi que el maquillaje. Me formé como facialista y luego perfeccioné diferentes técnicas de masajes faciales reafirmantes, acupuntura facial cosmética y Gua Sha con los mejores especialistas en cada terapia. Después de mucho estudio y años de experiencia, he diseñado mi propia técnica y actualmente ofrezco faciales personalizados, imparto clases, talleres y formaciones profesionales.

Creo que tendemos a confundir piel bonita con piel perfecta. Para mi una piel bonita es una piel sana, hidratada, con luminosidad, jugosa, oxigenada, descongestionada, equilibrada. Con sus líneas de expresión y sus arrugas, poros visibles, marcas, pecas. Lo que me gusta es ver personas que no esconden su edad, pero tienen buen semblante, luminosidad, que se ven radiantes.

Mis tratamientos se enfocan en detoxificar y oxigenar el tejido profundo, relajar y reposicionar la musculatura facial, y esculpir las facciones. Me enfoco mucho en el alivio de los síntomas del bruxismo y de las molestias y asimetrías que causan las tensiones musculares. Mi técnica es una combinación de movimientos lentos y profundos, que trabajan las fascias y la musculatura. Es un estímulo potente a nivel interno que genera un efecto lifting inmediato y una relajación profunda.

El enfoque holístico nos permite no quedarnos en la superficie sino tratar el cuerpo como un todo, trabajando todos sus sistemas. Es la única y la mejor manera de mejorar la piel, de adentro hacia afuera, no solo de forma externa. Mi tratamiento es mucho más que un facial, es una terapia ya que incluye también el sistema nervioso y logra un impacto a nivel emocional.

Sí, puede mejorar muchísimo si le ponemos intención. Es como hacer ejercicio físico o yoga, si se hace a diario vamos a ver mejoras. Es preventivo, ya que al relajar los músculos faciales logramos reposicionar la estructura facial y también liberamos tensiones, por lo que algunas líneas de expresión no se marcarán. Y también es reparador si hay líneas incipientes o algunas asimetrías vinculadas a la mala postura facial. Si hay arrugas muy marcadas, el masaje no las elimina, pero sí las suaviza y evita que se acentúen más. Por otro lado, los automasajes mejoran muchísimo el tono de la piel, ya que estimulan la circulación y mejoran la oxigenación y calidad de los tejidos. A la vez, nos ayudan a movilizar toxinas que estén estancadas por mal funcionamiento del sistema linfático, lo que hace que la piel esté descongestionada, luminosa, y limpia a nivel profundo, desintoxicada. Son súper relajantes y alivian síntomas del bruxismo, lo cual nos permite descansar mejor, y al descansar bien, bajamos los niveles de estrés oxidativo y mejoramos la reparación celular.

La técnica Gua Sha me encanta, el contacto de la herramienta sobre la piel es muy agradable y nos permite trabajar zonas concretas. Es una herramienta muy buena para el masaje facial, siempre que sepamos usarlas para aprovechar los beneficios. Lo primero y principal es tener una noción mínima del sistema linfático y de los músculos faciales; y segundo, la dirección, angulación y presión con la que debemos usar la herramienta en cada zona para lograr un trabajo efectivo. Parece algo complicado, pero no lo es, y es una súper técnica que todas podemos hacer a diario..

Hay una parte genética en la cual no podemos intervenir, pero sí hay algunas cosas que podemos hacer a diario para mejorar el contorno. Lo mejor siempre es detectar la raíz del problema. Por ejemplo, si solemos tener bolsas debajo de los ojos, entender qué puede acentuarlas, puede ser por una alimentación con mucha sal, el uso de pantallas, el bruxismo o tensiones en el cuello. Y a partir de ahí, trabajamos. Si sufro bruxismo, es posible que me despierte con más inflamación periocular, ya que el exceso de tensión en la zona mandibular impide un buen drenaje de toxinas. Mi recomendación para las personas que tienen ojeras marcadas es usar a diario un contorno de ojos con cafeína como el de ROWSE, ya que mejora la circulación, suaviza el tono, y a la vez hidrata y descongestiona. Así prevenimos las líneas de expresión y reducimos la inflamación. En caso de bolsas, opta por un contorno de ojos muy ligero ya que una textura densa puede generar congestión. Por otro lado, mientras usamos pantallas, deberíamos procurar pestañear a menudo y no dejar el ojo fijo, moverlo para estimular el drenaje de esa zona. Y relajar mucho los músculos de la masticación y del cuello, todo eso está vinculado al contorno.

Me encanta la cosmética ‘clean’ y promuevo su uso. Llegué a ROWSE por recomendación de una amiga y me enamoré de su universo estético y su propuesta honesta. Poco tiempo después, tenía que dar un taller de automasajes en Madrid, y ROWSE se unió con sus productos. Fue un acierto total, los productos de ROWSE y mis masajes se potencian entre sí, logrando un ritual increíble. Me gusta entender los ingredientes, saber de dónde proviene cada uno, y me gusta saber que no solo hacen bien a mi piel sino que no son tóxicos, ni para mi organismo ni para el planeta. Disfruto mucho porque son productos que me inspiran, que me apetece sentir en la piel. Y además están los aromas, usar sus productos es un placer que disfruto mucho. Mis favoritos son el Bálsamo Limpiador Tangerine, la textura y el aroma me encantan, y me deja la piel limpia sin resecar; el Agua de Rosas, que es muy amable con mi piel; el Sérum Hidratante All-Day, ya que la niacinamida me ayuda mucho con las manchas y los poros; el Sérum Contorno de Ojos, porque suelo tener bastante inflamación y ojeras y me gusta que es bien ligero y descongestiona; y el Aceite de Cáñamo, que descubrí gracias a ROWSE y me ayuda mucho cuando mi piel está más sensible, reactiva o tengo algún brote.

En este caso recomiendo hacer un buen masaje facial previo con el Bálsamo Limpiador Tangerine. Tiene una textura increíble y permite masajear bien, activando la circulación y relajando los músculos. Así, cuando retiramos el bálsamo, la piel está más receptiva para aprovechar al máximo los beneficios del bakuchiol.

Cuando me despierto siempre intento estirar y abrir el pecho, relajar el cuello y hago algunos estiramientos para mejorar la postura facial. Algunos días me lavo la cara solo con agua – sé que no es lo que recomiendan la mayoría de las esteticistas, ni es para todo el mundo, pero a mi piel le sienta muy bien, ya que tiene tendencia a la deshidratación. Cuando siento que necesito una limpieza profunda, uso el jabón sólido. En segundo lugar, rocío bien mi piel con Agua de Rosas o algún tónico hidratante, y luego, con la piel bien húmeda me aplico el sérum de hialurónico y finalizo con una crema humectante y protector solar. Al aplicarme la crema humectante me hago unos minutos de automasaje, poco tiempo pero intenso y bien enfocado en lo que quiero trabajar. Algunos días intercalo masaje manual con Gua Sha. Por la noche, uso el Bálsamo Limpiador Tangerine e insisto en el masaje para aprovechar su textura. Cuando tengo poco tiempo, uso el jabón sólido ya que me resulta muy práctico. Después, Agua de Rosas, algún sérum con los principios activos que necesita mi piel en ese momento, y por último me aplico unas gotas de aceite o el Sérum de Noche Regenerate.