El arte del masaje facial

Aprende paso a paso con Eli Heros


Nada va a poder detener el paso del tiempo, tampoco borrar arrugas –al final, son el reflejo de nuestros sentimientos y emociones–, pero sí puedes tonificar el rostro y reafirmar la piel para prevenirlas, suavizar líneas de expresión y conseguir un cutis visiblemente más sano y radiante. Te invitamos a adentrarte en el arte del automasaje facial con la guía paso a paso de Eli Heros x ROWSE. Sé constante, ponle intención –dedica tiempo a sentir cada músculo y disfrutar de los movimientos– y convertirás tu rutina en un ritual de autocuidado con el que podrás relajar y revitalizar el rostro,...

Master the art of facial massage

El arte del masaje facial

Aprende paso a paso con Eli Heros


Master the art of facial massage

Nada va a poder detener el paso del tiempo, tampoco borrar arrugas –al final, son el reflejo de nuestros sentimientos y emociones–, pero sí puedes tonificar el rostro y reafirmar la piel para prevenirlas, suavizar líneas de expresión y conseguir un cutis visiblemente más sano y radiante. Te invitamos a adentrarte en el arte del automasaje facial con la guía paso a paso de Eli Heros x ROWSE. Sé constante, ponle intención –dedica tiempo a sentir cada músculo y disfrutar de los movimientos– y convertirás tu rutina en un ritual de autocuidado con el que podrás relajar y revitalizar el rostro, calmar el estrés y conectar contigo misma.


Los beneficios del masaje facial van más allá de la apariencia externa. Mientras las manos hacen su magia, la circulación sanguínea se activa, revitalizamos los tejidos faciales y aumenta la oxigenación y el flujo de nutrientes, de manera que lo que hacemos es preparar la piel para absorber los ingredientes activos de manera más efectiva. La relajación también trasciende la apariencia. Un masaje facial no es más que un poderoso estímulo interno que afecta también al sistema nervioso: aliviar la tensión en los músculos faciales proporciona un efecto ‘lifting’ inmediato y una reducción significativa en los niveles de estrés tanto físico como mental.

El masaje facial ayuda a estimular el drenaje linfático, favorece la eliminación de toxinas y reduce la inflamación para conseguir un aspecto más relajado, firme y luminoso. Mientras que las expresiones faciales repetidas, la exposición al sol y los hábitos de vida pueden acelerar la aparición de signos de envejecimiento como arrugas, líneas de expresión, pérdida de firmeza y flacidez de la piel, el masaje regular funciona como un lifting no tóxico y no invasivo, una alternativa natural al bótox y los rellenos. Al tonificar y reposicionar los músculos, la piel flácida de zonas como los surcos nasogenianos y las arrugas del entrecejo puede tensarse con el tiempo. Incluso las tensiones y dolores de cabeza causados por el bruxismo (rechinar de dientes) pueden aliviarse reduciendo la tensión muscular y las molestias. Además, los masajes faciales regulares estimulan la producción de colágeno, esencial para la elasticidad y lucir un cutis más sano y joven.

Empieza por limpiar bien la piel. Utiliza el Bálsamo Limpiador de Mandarina. Gracias a su doble textura de aceite a leche podrás empezar a activar la piel. Si es de noche, puede ser apropiada también una doble limpieza. A continuación, aplica el Agua de Rosas Orgánica para tonificar la piel y aplica unas gotas de aceite o tu sérum favorito, de esta manera podrás masajear con mayor facilidad, los movimientos son más fluidos y la absorción de nutrientes se maximiza. Empezamos.
1. Presta atención a la postura.
Mantén la espalda recta y la cabeza alineada. El mentón debe crear un ángulo de 90 grados con la columna. Mejorar la postura favorece una mayor definición del contorno facial, una buena oxigenación y el drenaje de los tejidos del rostro.
2. Despega el cuero cabelludo.
No frotes, la idea es separar el pelo del cráneo con la ayuda de las yemas de los dedos o con el talón de la mano para activar la circulación sanguínea. Esto influye directamente en las líneas de expresión de la frente y ayuda a elevar las cejas. Además, fortalece el cabello y estimula su crecimiento.
3. Cuello largo y elegante.
Liberar la musculatura del cuello permite reposicionar los músculos faciales y definir el contorno. Inclina la cabeza hacia un lado intentado alejar el hombro de la oreja para relajar el trapecio. Mantén la postura unos segundos y a continuación repite hacia el otro lado. Esto además mejora el flujo sanguíneo, descongestiona la piel y aporta luminosidad.
4. Trabaja el escote
Con el talón de la mano y una presión entre media y fuerte, masajea desde el centro del pecho hacia las axilas relajando toda la superficie. Esto ayuda a mejora la postura, abrir el pecho y suavizar los pliegues en el escote.
5. Reafirma y define el contorno.
Empieza por la comisuras de los labios. Cuando hay tensión, los músculos tienden hacia abajo y dan una expresión triste. Para reafirmar y evitar la flacidez, utiliza los dedos en forma de garfio y masajea para luego llegar de forma ascendente hasta llegar a la mandíbula.
La tensión en la mandíbula puede derivar en bruxismo. Puedes aliviar y relajar el músculo mesetero masajeando con movimientos circulares y una presión media. Esto permite además liberar tensiones en el cuello y prevenir dolores de cabeza.
6. Suaviza el surco nasogeniano.
Son varios los músculos que influyen en este pliegue. Al masajear, hay que ir con los dedos en forma de garfio desde el surco hacia las sienes, trabajando los músculos cigomáticos, justo por debajo de los pómulos.
7. Abre la mirada.
La idea es relajar y abrir las líneas de expresión del contorno de ojos. Trabaja sobre las sienes con las yemas de los dedos, ejerciendo fuerzas opuestas para intentar separar las líneas del ángulo exterior de los ojos.
8. Expresión relajada.
Un ceño fruncido da aspecto de preocupación o enojo. Para relajar la tensión en los músculos del entrecejo trata de abrir la zona con ejerciendo fuerzas opuestas con una presión media.
9. Relaja la frente.
El músculo frontal se encarga de elevar las cejas, y cuando está en tensión, pueden surgir líneas de expresión horizontales en la frente. Con las palmas de las manos, aplica una presión media y trabaja la frente de manera ascendente, desde las cejas hasta el pelo.
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